Fedecarne se ha opuesto a terminar en la norma de tipificación de la carne, porque, dice su presidente, Víctor Valentín, prefieren evitar escenarios inciertos. Lo que piden es un plan estratégico de largo plazo que permita recuperar el negocio a través de la exportación.
Toda la cadena de la carne está preocupada de recuperar la alicaída ganadería. Unos –las plantas faenadoras y la SAGO, entre otros- plantean que la única forma de lograrlo es recuperando el tranco exportador. Eso, creen, pasa por terminar con la norma de tipificación de la carne, que se ve como causante de gran parte de los males que afectan al sector. Esto porque, dicen, no protege al producto nacional, no orienta al consumidor y provoca una distorsión respecto del producto importado.
Solo Fedecarne rechaza terminar la normativa. “Lo principal es recuperar el negocio ganadero.
Antes de eliminar la regulación y pasar un tiempo indeterminado sin normativa, optamos por algo preparado que perfeccione y complemente de inmediato el sistema actual. La idea es evitar escenarios inciertos”, señala Víctor Valentín, presidente de la Federación de Productores de Carne, adías de que el Ministerio de Agricultura zanje la situación.
GATO POR LIEBRE
Para Valentín, el peor escenario que podría generarse al no haber tipificación, sería caer en una suerte de libertinaje en la comercialización, y que el país no sea capaz de controlar impactos no calculados. “La idea es no quedar en el aire. Sin tipificación, inescrupulosos podrían tratar de pasar gato por liebre al consumidor, como ya pasa con la carne importada, que es de difícil fiscalización
en su origen. Como gremio confiamos en que lo que va a proponer el Ejecutivo va a dejar conforme a gran parte de los productores”, señala el presidente de Fedecarne.
PLAN DE LARGO PLAZO
Un punto a favor que tiene Chile es que posee muchas hectáreas con aptitudes solo ganaderas, que debieran ser la base para un plan estratégico a largo plazo para el rubro, plantean los productores.
“Nosotros no estamos de la tranca para adentro. Quienes piensen para adentro. Quienes piensen eso están equivocados. Al igual que SAGO, tenemos muy claro que la tipificación tiene que ser actualizada, aumentando las posibilidades de que la carne nacional llegue a mercados
internacionales como un producto de primera calidad. Esto último, porque también entendemos que no se puede competir con la carne importada”, dice.
Todo el trabajo que se haga tiene que pensarse en ser un exportador de carnes, con marca país, en nichos de mercado de mayor valor.
“En la primera reunión de la Mesa de la Carne, el ministro nos dijo, que llegó a la conclusión de que había que generar una ganadería exportadora, tal como la fruta hace 30 años. Los productores de carne recogemos el guante. Nuestro producto es de buena calidad, las plantas faenadoras tienen la capacidad y tecnología, está la genética y una institucionalidad empoderada en estos temas. Tenemos una gran cantidad de praderas para esto y mucho más. Hoy, con fertilización, inseminación y con los manejos que existen, estamos en condiciones de retomar una ganadería de cuadro millones de cabezas y más”, señala.
LA CONSIGNA ES EXPORTAR
Dentro del plan estratégico que persiguen debiera estar que el SAG agregue nuevas alternativas para llegar a nichos de mercado de mayor valor y también que ayude a que haya más ganado disponible para la exportación.
Si eso pasa porque el ministerio proponga otra instancia legal que no toque la tipificación, bien; si hay que complementarla, confían en la experiencia del ministerio.
“Nuestra necesidad es exportar”, dice. Pero reconoce que en ese proceso debe haber mayor participación de los productores, incluso exportando directo o con una integración más importante y fluida con los exportadores.
NO SOLO LA TIPIFICACIÓN
En Fedecarne creen que otras preocupaciones merecen también atención, como mejorar la eficiencia reproductiva, la sustentabilidad, el patrimonio zoosanitario e implementar campañas de consumo.
También revisar otras regulaciones que afectan la competitividad. Por ejemplo, el Sistema de Información Pecuaria. “La trazabilidad es súper importante. Esperamos que el SAG cumpla con solucionarlo. El problema actual es que es un programa que no tiene factibilidad de operar en forma expedita y clara”, señala Valentín.
Fuente: http://impresa.elmercurio.com